No entiendo tus palabras, no grites, siguen siendo inconexas, sin acabar.
No sé en qué momento de nuestro camino decidiste construir el tuyo propio que yo sólo podré ver de lejos, y a veces ni eso.
No entiendo el paralelismo que nos separa, cuándo se creó ese abismo que sólo lo llena tu voz cuando te enfadas.
No entiendo tu naturaleza, tu inconsciencia destructiva ni las razones de la misma.
No entiendo nada.
martes, 7 de diciembre de 2010
jueves, 11 de noviembre de 2010
"Camino hacia el oeste"
Sufrimos una crisis, una crisis de ansiedad ante lo desconocido, una crisis de personalidad ante los problemas.
Sufrimos de culpabilidad por un perdón, sufrimos de amor. Sufrimos de rechazo por una aceptación, incluso sufrimos por aquello que no podemos decidir o controlar. Sufrimos de ausencias y pérdidas.
Sufrimos de todo... cuando de lo que realmente sufrimos es de libertad.
Sufrimos de culpabilidad por un perdón, sufrimos de amor. Sufrimos de rechazo por una aceptación, incluso sufrimos por aquello que no podemos decidir o controlar. Sufrimos de ausencias y pérdidas.
Sufrimos de todo... cuando de lo que realmente sufrimos es de libertad.
domingo, 3 de octubre de 2010
Donde poder gritar
Plántame como vástago en tierra fértil, lejos de las grandes ciudades. Lejos del gentío, de su razón y lógica, para que al menos pueda perder la cabeza.
Plántame cerca del mar, para que el viento haga de mi pelo una revolución de secretos y mis labios sepan a sal y profundidad.
lunes, 17 de mayo de 2010
De vosotros se trata
Consigue explotar en mil colores, todos mezclados pero no revueltos. Es el resultado de la creación de nuevos sueños. El traqueteo del tren la mece como a una niña, que los roza con los dedos, a punto de dormirse.
Es difícil dejar un pedacito de ti atrás, porque siempre tienes la incertidumbre y el miedo de si morirá algún día. Por eso no viajes nunca de espaldas al sol, así siempre podrás ver lo que dejas.
Ya es de noche y pega la nariz al cristal, donde se reflejan sus dos ojos como dos pozos negros. Mientras, el pelo hace con sus manos un rinconcito donde el vidrio es la única barrera entre ella y la inmensa oscuridad.
Respira hondo, quizás algún día vuelva al punto de partida. Sonríe.
Es difícil dejar un pedacito de ti atrás, porque siempre tienes la incertidumbre y el miedo de si morirá algún día. Por eso no viajes nunca de espaldas al sol, así siempre podrás ver lo que dejas.
Ya es de noche y pega la nariz al cristal, donde se reflejan sus dos ojos como dos pozos negros. Mientras, el pelo hace con sus manos un rinconcito donde el vidrio es la única barrera entre ella y la inmensa oscuridad.
Respira hondo, quizás algún día vuelva al punto de partida. Sonríe.
sábado, 6 de marzo de 2010
Las cosas que no te digo II
martes, 2 de marzo de 2010
Cuaderno de bitacora
Historia de navegante que se echo a la mar dos meses de tempestad, frío y ceguera... sin saber si lo que corría por sus venas era suyo o no.
Agotadas energías y reservas desembarcó en el frío norte, perdió el sexo, el rumbo y se dejó llevar a la deriva de los vientos. Calentó pies y manos, aprendió a ver a traves de otros ojos y lloró los últimos ideales.
Permaneció en tierra poco más, el tiempo justo de un destello, el tiempo justo para saber que incluso las historias que no empiezan tienen un final.
Navegante, feliz y con sonrisa en boca regreso de nuevo a la mar; atada una bolsita de sueños y lecciones por aplicar.
Cuentan que se convirtió en sirena, enamorada de un pirata en cuyo pelo de otoño escondió los últimos secretos que rescató del fondo del mar.
Agotadas energías y reservas desembarcó en el frío norte, perdió el sexo, el rumbo y se dejó llevar a la deriva de los vientos. Calentó pies y manos, aprendió a ver a traves de otros ojos y lloró los últimos ideales.
Permaneció en tierra poco más, el tiempo justo de un destello, el tiempo justo para saber que incluso las historias que no empiezan tienen un final.
Navegante, feliz y con sonrisa en boca regreso de nuevo a la mar; atada una bolsita de sueños y lecciones por aplicar.
Cuentan que se convirtió en sirena, enamorada de un pirata en cuyo pelo de otoño escondió los últimos secretos que rescató del fondo del mar.
lunes, 1 de marzo de 2010
De puntillas
Se esconden en las rendijas de las habitaciones. Forman parte de los secretos más profundos y mejor guardados. Se cuelan cada noche entre mil sábanas. Penetran en el corazón de los hombres cuando hacen el amor.
Nacen de la risa de los niños, con alas para volar y tacto de seda. Viajan por el aire buscando el calor que les lleve a la ilusión más cercana, viajan de mirada en mirada.
A veces se dejan sentir cuando suena una canción, cuando sonríes sin saber muy bien por qué o cuando no te queda mas en lo que creer.
Algunos logran su propósito, otros se pierden en el camino o se ensucian y muchos esperan ser descubiertos. Son codiciados y buscados.
Se disfrazan de lugares, de objetos con algún tipo de valor o incluso de personas.
Son ellos… los que adoptan mil formas diferentes y que una vez atrapados se transforman en felicidad.
Nacen de la risa de los niños, con alas para volar y tacto de seda. Viajan por el aire buscando el calor que les lleve a la ilusión más cercana, viajan de mirada en mirada.
A veces se dejan sentir cuando suena una canción, cuando sonríes sin saber muy bien por qué o cuando no te queda mas en lo que creer.
Algunos logran su propósito, otros se pierden en el camino o se ensucian y muchos esperan ser descubiertos. Son codiciados y buscados.
Se disfrazan de lugares, de objetos con algún tipo de valor o incluso de personas.
Son ellos… los que adoptan mil formas diferentes y que una vez atrapados se transforman en felicidad.
miércoles, 24 de febrero de 2010
Las cosas que no te digo
De naturaleza complicada, enredada... estridente. Para tí siempre fue fácil amansar la fiera, hacer que apoyara la cabeza en tus piernas mientras la acariciabas el pelo. Conseguir entender los mil idiomas que hablan sus ojos cuando el miedo la engulle las palabras.
Ahora que se acabó el otoño donde esconderse... préstame tus ratos de silencio. Se acompasará todo a tus latidos, empezaré a entender de nuevo su pequeña revolución y quizás me vuelva a ir.
Ahora que se acabó el otoño donde esconderse... préstame tus ratos de silencio. Se acompasará todo a tus latidos, empezaré a entender de nuevo su pequeña revolución y quizás me vuelva a ir.
martes, 9 de febrero de 2010
Es lo que todavía no sé
Es la irreverencia de tus manos mientras el frío grita de escandalo por las noches.
Es la velocidad de lo inerte explotando contra mi pecho, todo mi cuerpo, mientras la pasividad de los días se acumula, como gota a gota el silencio por no saber explicar lo que debería de sentir.
La ignorancia, que a veces se transforma en curiosidad y por no agotar posibilidades y energía se atenúa con el tiempo.
No es indiferencia, es insensibilidad. No hagas ruido cuando salgas.
Es la velocidad de lo inerte explotando contra mi pecho, todo mi cuerpo, mientras la pasividad de los días se acumula, como gota a gota el silencio por no saber explicar lo que debería de sentir.
La ignorancia, que a veces se transforma en curiosidad y por no agotar posibilidades y energía se atenúa con el tiempo.
No es indiferencia, es insensibilidad. No hagas ruido cuando salgas.
miércoles, 27 de enero de 2010
Mi pequeña revolución
A veces yace tranquila, saciada de los deseos ancestrales, enredada en el viento sin preocupación. Otras se pregunta que quedará de lo nuevo que viene, de lo nuevo sobre lo que intenta escribir para darle sentido.
Ahora se retuerce de silencio, atrapada el alma indígena. Se siente extraña, inquieta y esgrime a tus sentidos cuando te acercas.
"Si encontrase una sola palabra que lo hiciera posible, ya estaría escrita"
Ahora se retuerce de silencio, atrapada el alma indígena. Se siente extraña, inquieta y esgrime a tus sentidos cuando te acercas.
"Si encontrase una sola palabra que lo hiciera posible, ya estaría escrita"
jueves, 14 de enero de 2010
La última puerta
Llevo más de diez minutos delante del ordenador sin saber qué tecla pulsar primero... mas que pensar en qué escribir, estaba esperando encontrar una buena razón por la que empezar a hacerlo.
El hecho en si de escribir no es una de mis grandes habilidades y tampoco tengo nada interesante que contar... pero quizás pueda ser útil, por si decido desaparecer de algún sitio más, saber que sigo aquí.
El hecho en si de escribir no es una de mis grandes habilidades y tampoco tengo nada interesante que contar... pero quizás pueda ser útil, por si decido desaparecer de algún sitio más, saber que sigo aquí.
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