lunes, 2 de abril de 2012

La escucharás...

Se le desató en el pecho como caballo desbocado, ahogado por la ansiedad. Se le agolparon en la garganta tantos deseos por gritar que enmudeció perdida en recuerdos... de 800 kilómetros al sur, 800 kilómetros lejos de lo que añoraba como hogar.
Enmudeció su grito entre el gentío y cerró los ojos. Indígena se revolvía con rebeldía nómada. Cogió sus botas y se fue.

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