miércoles, 29 de febrero de 2012

Uno, dos, tres...

Está bien, deja de mirarme... basta.

Vamos a jugar a un escondite en el que yo contaré hasta quedarme dormida y tú correrás escondiéndote tan lejos que no te alcance ni el recuerdo. Pero hazlo en un lugar cálido, que te proteja de los inviernos. Que sea silencioso, lejos del gentío para conservar tu locura y que no te contagien su cordura.

Guarda en tu interior todos mis sueños pendientes, es posible que hagan falta si algún día te voy a buscar.


jueves, 9 de febrero de 2012

Érase una vez

Naciste de la casualidad, del amor a la locura y la curiosidad. Naciste de lo desconocido, semilla fértil de mis entrañas. Creciste con timidez, tomando forma mientras el alma indígena te protegía. Finalmente ella te soltó, se desprendió de ti como las hojas en otoño, aflojando lentamente su mano. Aprendiste a andar, a pisar fuerte y pedir, sin miedo. Aprendiste el valor de la palabra, a conversar, y lo importante que es soñar.

Ahora ya puedes incluso correr, decidir dónde ir, ocupar otro lugar. Pero en vez de eso te sientas delante de mí y me miras, como esperando que pase algo.